Un blog...

Ya llevo algunos meses con este blog, porque es un blog per se, quizás no tan interesante como quisiera ni con tanto contenido, pero lo es, ja!
Al fin que cualquiera con un poco de tiempo libre (o no) puede elaborar uno, quizás me falte más trasfondo, pero creo que eso irá alineándose con el paso del tiempo, si es que sigo con el blog claro, al fin de cuentas la libertad de expresión me lo permite, pero ¿tendré lectores? Bah, que importa si puedo escribir lo que se me antoje de quien se me antoje cuando se me antoje. Siempre me ha gustado escribir, aunque en un principio sea pendejada y media pero en realidad me gusta, en alguna ocasión pensé escribir un diario personal pero se me hizo una idea demasiado puñalesca asi que opté por pasar jeje.
Si, estar en el cyber me da un poco de espacio en mi rutina, irónico... Y es que escribir en un blog puede convertirse en un pasatiempo o hasta en una adicción, la cual considero debe bien encaminarse ... o que rayos.
Me encontré una interesante definición de lo que es un blog y a continuación la escribo:

El blog. Es un medio excelente para perder miserablemente el tiempo. En teoría sirve para compartir nuestras ideas con quien quiera leerlo, pero para ello han de darse dos supuestos difíciles:1) que tengamos ideas que poner en el blog; y 2) que haya alguien que quiera leerlas, cosa más complicada de lo que parece en un principio.Tener un blog puede ser altamente adictivo.
Comprobamos demasiadas veces cuanta gente ha entrado en nuestra página. Sentimos desmesurado amor por quien lo hace. Apreciamos más a nuestros lectores que a nuestros amigos; no sólo eso: mandamos a freír espárragos a nuestros amigos en cuanto empezamos a sospechar que no nos leen.
Desarrollamos una cochinísima envidia por los que escriben mejor que nosotros o por los que tienen más lectores o más comentarios. Concebimos posts «mentales» mientras conducimos, en el autobús o incluso en la ducha. Nuestra vida gira en torno a nuestra página digital que no vale ni el papel en el que no está escrita.

Enrique Gallud Jardiel